Me gusta

lunes, 1 de agosto de 2016

Se hace camino al andar


Dicen que soltar aquello que amas es la prueba inequívoca de tu fé, significa aceptar que lo que viene por delante es parte del plan perfecto que Dios tiene para ti y que aquello que dejas ir tuvo un propósito y lo único que debe provocarte es gratitud. Pero el soltar sin sufrir es algo que solo las almas iluminadas alcanzan y que para nosotros pobres mortales resulta difícil y doloroso.

Cerrar un capítulo, especialmente uno largo, es un ejercicio agotador, es como preparar un exámen final, revisas, evaluas y finalmente pesas lo aprendido. Sudáfrica nos dio la oportunidad como familia, de mirarnos unos a otros, de mirar dentro de nosotros mismos, de conocernos y reconocernos lejos de la seguridad que nos daba nuestro propio país.

En este país maravilloso conocimos gente increíble, amigos que fueron parte de nuestro viaje y que compartieron nuestras penas y alegrías, gente que se convirtió en nuestra familia por elección. Quedaremos eternamente agradecidos con los que nos ayudaron, apoyaron, guiaron y acompañaron cuando todo era nuevo y desconocido, con los que hicieron de tías y tíos, con los abuelos postizos, con los mejores amigos, los compañeros y con los desconocidos que con sus sonrisas nos hicieron apropiarnos un poquito de su país. En honor a todos ellos no olvidaremos nada de lo aprendido.

Nos espera un nuevo viaje y si tenemos suerte un nuevo aprendizaje, visto hoy que es el primer día de esta aventura, luce como una montaña alta y difícil de escalar, pero sabemos que tenemos un mejor equipo que el teníamos cuando en esa mañana de Abril llegamos a Sudáfrica llenos de miedos y de sueños.

Hoy le pedimos a Dios que nos permita soltar, que nos deje tomar solo lo mejor de la experiencia, sabemos que esto es parte de un plan que ahora no podemos ver, pero que abrazamos con alegría y optimismo y confiamos en que a pesar del dolor y de la pena que produce dejar lo que se ama el camino que hoy emprendemos nos convertirá en seres más humanos. A la final como dice el maestro Yoda, mi nuevo maestro de alemán, uno debe entrenarse para dejar ir todo aquello que teme perder.

Hoy nos contamos unos a los otros nuestras preocupaciones, nuestras impresiones, nuestras emociones, nuestras expectativas, nos reímos de nuestras carencias, de nuestra ignorancia y de nuestros miedos y en ese compartir nos amalgamamos como familia.

Como dice el poema de Machado se hace camino al andar, hoy el sendero no se ve claro, ¡pero sabemos que está ahí! Y como arrieros somos y en el camino nos encontramos, ahí les iré contando lo que me encuentre en estos nuestros nuevos rumbos.

Comenta en Facebook