Me gusta

lunes, 19 de noviembre de 2018

¿Y ahora que empaco?

Un hombre pequeño, rubio y con unos lentes muy gruesos toca el timbre de mi casa. 
Afuera llueve y cuando le abro la puerta, entra despacio y  cuidadosame se retira el abrigo y el sombrero impermeable, se saca los zapatos y limpia sus lentes. Una vez listo, me saluda sonriendo y al hacerlo usa todos los músculos de su cara dejando ver unos ojos pequeñitos tras los vidrios.Viene armado con un Ipad y varios formularios.  Es el agente que se encargará de mi mudanza. 

El hombre está absolutamente organizado, nada de que sorprenderse aquí en Alemania, saca su Ipad y con una seguridad propia de su edad y nacionalidad, empieza a medir nuestros muebles uno por uno. No usa un metro sino una aplicación en su tableta.
Cuando llega al final del primer piso de la casa sentencia severo : That’s it!

What? ¿Cómo que that’s it? A no ser que mis muebles hayan crecido o el container se haya encogido, francamente no entiendo como es que me cabe solo la mitad de la casa, pero ¿Quién discute con el Alemán y su  Ipad? 
You have too many bikes, me dice con ojos de reproche. Cuénteme algo que no sepa, le contesto yo con los ojos medio en blanco.

En fin, esta visita me ha llevado a un proceso de selección de aquello que merece la pena ser empacado y de lo que ha de quedarse a este lado del charco. ¿Qué es lo indispensable, lo importante, lo irreemplazable? Mi esposo quiere todas sus bicis, todas sus herrmientas, tuercas, repuestos y otras cosas que yo con gusto donaría. Mi hijo mayor no quiere deshacerse de uno solo de sus libros por mucho que los haya leido mil y una veces,  el pequeño quiere todos sus legos y juguetes... y a mi que me empaquen mis zapatos y mis pinturas por favor!  

Viajar ligero y soltar es un concepto popular, uno que en la práctica resulta más complejo que en las frases hechas que lees por allí, y  es que cuando empacas, no solo guardas cosas, tratas de conservar las emociones que sentiste cuando las compraste, las usaste o las hiciste y son esos sentimientos los que te juegan una mala pasada y te tientan a aferrarte.

He decidido dejar atrás los muebles y la decoración de los cuartos de mis hijos. Muchas de esas cosas que cuelgan de sus paredes las hice yo misma, las pinté con amor y paciencia. Para mi dejarlas atrás, significa admitir que esa etapa terminó. Salí de mi país hace seis años con dos niños chicos y ahora viajo con dos preadolescentes. Para ellos, decirles adiós  significa dejar el recuerdo lo que les conectaba con su casa en Ecuador. Pero las cosas no tienen recuerdos les explico, los recuerdos te pertenecen a tí.  

Es común en Alemania, dejar afuera de tu casa aquello que ya no necesitas de modo que otros puedan aprovecharlo si quieren.  Nos dió mucho gusto ver a una familia con tres niños pasar Y gritar ¡super! Al tiempo que llenaban su coche con nuestras cosas, los niños reían felices y nosotros nos quedamos en paz sabiendo que adornarán otro hogar. 

Al hacer maletas también hay que tener cuidado de no empacar los miedos, los prejuicios o los por siacaso. La vida viene como debe venir y no de otra manera. De las experiencias difíciles se empacan solo los aprendizajes y de las felices la gratitud.

La verdad es que después de cambiar de continente tres veces, algo sabemos de empaques. Es increíble como, en los primeros meses, mientras tu casa flota en un container, puedes llegar a vivir y ser feliz con poco. Ahí es cuando realmente entiendes que lo importante y lo esencial, como dice mi querido Principito, es siempre lo invisible para los ojos. 


Si un equipaje ha de ser ligero ese es el de tu cabeza, a esa hay que mantenerla abierta y disfrutar de la simplicidad, porque la probabilidad de ser feliz es mucho mas alta. 
Me llevo lo esencial,  lo irreemplazable, lo que no se puede medir con el Ipad de mi visitante, ni tiene precio en el formulario del seguro.  Me llevo esos momentos que hoy me llenan el corazón y que algún día serán, los tesoros que nadie podrá llevarse.  Esos no me caben en la maleta!


Hasta el próximo post!

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

Comenta en Facebook